De cuando un hijo duele y otros menesteres...

Un hijo duele, y quien es padre lo sabe...

Cuando vas a ser padre alrededor de ti todo cambia. Hay cosas que se vuelven inofensivas, cosas que a las que se las pinta de amarillo y negro para no olvidar que pueden llegar a ser peligrosas, como una tuberia demasiado baja o un escalón que aparece de repente...y otras nocivas. Tan nocivas como un gas toxico, o la explosión gaseosa de un volcan.

En cuanto a las relaciones humanas el parrafo de arriba se podria traducir facilmente como:

-Gente que te importa una mierda lo que hagas de ti y de tu hij@ y por lo tanto te importan una mierda a ti.

-Gente que esta a tu alrededor y que sabes que nunca va a ver bien lo que haces con hij@, y que si sabes torearlos no te haran tanto daño.

-Y gente que esta muy cercana a ti, y aunque te estes ahogado como un pez salido del agua no movera un puto dedo ni por ti, no por tu hij@.

Sin embargo, siempre hay campos de flores, hermosos tulipanes que nacen de buenas a primeras en cualquier lugar sin ser Holanda, manantiales a los que acudir cuando tienes sed y sobre todo refugios a los que acudir cuando te sobreviene la tormenta.

Que traducido resulta:

-Gente que se alegra de ver a tu hij@ y tu te sientes bien al verlos a ellos.

-Gente que desinteresadamente, te ayuda sin tu pedirlo y hace lo que sea por tu hij@ sin tener apenas linea de sangre con el/ella.

-Gente que te abrira los brazos pase lo que pase y sea lo que sea.

Pues bien, desde que soy madre, me he encontrado con las dos cosas, y un hijo duele un cojón. Afortunadamente, tengo mas de lo segundo que de lo primero, pero a veces lo primero encubre a lo segundo y te vienes abajo.

Tengo que agradecer a todas esas personas que me han ayudado desinteresadamente, amigos, familia y de más personas que me alegran la vida siendo TIOS Y TIAS de mi pequeña Diana sin que les una ningun parentesco, y todas esas personas sabeis quienes sois sin necesidad de decir vuestros nombres.

Por todo eso y mucho mas, GRACIAS de todo corazón.